domingo, 30 de octubre de 2011

La revelación de la tevé

La actriz brilla en "El elegido" y se apresta a vivir nuevas experiencias

En Catamarca, donde nació, a Calu Rivero la llamaban "La Chinita carnavalera". Hoy, por su actuación en la tira de Telefé, la consideran una de las revelaciones de la temporada. Desde hace dos años vive un romance apasionado con el rockero Emmanuel Horvilleur, ex marido de Celeste Cid. El tatuaje que lleva grabado en su cuerpo es toda una definición: "niña mágica".
Sin filtro. Así habla cada vez que habla. A la hora de la verdad Calu dice lo que piensa y no le importa si al que la escucha le gusta o no lo que dice. La diplomacia, está claro, no es lo suyo. "Mi vida es gánica -asegura-. Hago lo que siento, lo que me gusta. Soy coherente con mi sentir y dejo fluir las cosas en su curso natural. Soy pasional y juego todo el tiempo. Yo cambio todo el tiempo. Y también ardo".
A los 24 años recorrió un largo camino desde Rodeo, el pueblo catamarqueño donde nació. Hoy, además de ser la actriz top de la Agencia Multitalent, pasar música con fines solidarios o diseñar ropa, saltó a la fama por su papel en "El elegido". Sus escenas de sexo ya figuran como las más osadas en la historia de las telenovelas.
Estos juicios (y prejuicios) no le hacen mella. Calu asegura que no le importa lo que piense el otro. "Sé que quizá no soy convencional. Por ahí puedo usar cintas adhesivas y pegarlas en mi cuerpo porque tengo algo para decir. Todo lo que me pasó hizo que hoy mantuviera esa chispa de atrevimiento. Me gusta ser atrevida. Es lindo atreverse a hacer cosas. Me gusta meterme en las distintas facetas del arte sin prejuicios".
EN LA TELE, ERICA
Erica, el personaje que interpreta en la novela, es una chica de origen humilde, casada con un abogado. Su obsesión es el dinero. Para Calu este perfil del personaje es lo de menos. Lo que la golpeó duro, y la comprometió con la historia, es que la puso en contacto con ese infierno tan temido (y tan oculto) que es la trata de personas.
"Erica estuvo secuestrada y pasó por situaciones extremas -cuenta-. Investigué mucho y sentí que no podía tratar el tema con liviandad. Leí y vi documentales sobre la trata de personas en Latinoamérica. Luego sentía paranoia de salir de casa. Fue muy fuerte. Erica se convirtió en la voz de esas víctimas y también en justiciera cuando su personaje fue parte de una cámara oculta junto con la Policía para lograr detener a sus captores".
La seriedad con la que encaró su personaje quedó más que probada cuando le contaron cómo seguía el guión. Erica tenía que ser rubia, justo ella que era toda una morocha. Los productores le propusieron usar una peluca. Calu rechazó la propuesta porque a su juicio no la comprometía como actriz. Era la última hora de la tarde. No le importó. Sobre la marcha llamó al amigo y coiffeur Oscar Fernández. Al día siguiente, a las 8 de la mañana, estaba grabando teñida de rubia. Tal como indicaba el guión.
UNA CHICA ATREVIDA
Esta rebelde sin causa, que se define como "una chica atrevida", es la mismo tiempo consciente de que la vida le dio una oportunidad inesperada que ella supo aprovechar. Aún hoy, en que le piden autógrafos por la calle, se asombra de ser parte de un staff de lujo. Es más, asegura que todavía no lo puede creer y se define como "una aprendiz total. Trato de dar todo y jamás dejo de agradecer". 

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