jueves, 2 de febrero de 2012

Ser o no ser It girl

Parece un término moderno pero no. La creadora del concepto It girl fue la novelista inglesa Elinor Glyn, quien escribió un ensayo sobre el tema para la revista Cosmopolitan a principios de la década del veinte. Luego el director de cine Clarence G. Badger trasladó la idea a la piel de la actriz Clara Bow, que se convertiría en 1927 en la primera exponente de la historia en el film It.

En su versión actual la palabra cobra fuerza otra vez gracias al florecimiento del concepto de “moda real”. Atrás quedaron el lujo y la moda de las celebrities millonarias que hicieron furor en los años noventa. Hoy por hoy las trendsetters son mujeres reales, por supuesto jóvenes, que atraen por su belleza pero también por el valor que se les asigna a aquellas que son transgresoras, tienen sex appeal y se animan a todo en la construcción de su imagen.

El puntapié inicial, en esta nueva generación, lo dio el editor y creador del blog The Sartorialist –www.thesartorialist.com–, Scott Schuman, inventor del concepto street fashion (moda en la calle). Por primera vez los iconos de la moda empezaron a ser personas comunes fotografiadas en las principales capitales de la moda mundial, que servían como modelo de lo que estaba en boga. Esta idea fue copiada por cientos de revistas y blogs que se decidieron a crear secciones específicas donde sólo se mostraba la tendencia a través de la calle.

El lema es ser auténtico, tener un encanto particular y ser inspirador. Ese es el capital fundamental que ven hoy los diseñadores de moda, empresarios del mercado del consumo femenino y periodistas especializados en mujeres como Alexa Chung –el icono del momento y musa de Karl Lagerfeld para Chanel–, Sienna Miller, Georgia Jagger y las principescas Charlotte Casiraghi y Kate Middleton. Pero el fenómeno de las It girls no tiene que ver con cuánta fama o cuna se tenga. La diferencia es que la tendencia en lugar de surgir a partir de producciones de moda, donde se establece qué se usa y que no, o de alguna alfombra roja, donde un diseñador decide de antemano qué quiere mostrar de su colección al mundo, lo que muestra es a una chica con estilo propio haciendo algo en su vida cotidiana: yendo a pasear al perro, de compras, en un recital de rock o simplemente caminando por ahí.

A nivel local el máximo exponente que tenemos es Concepción Blaquier (24). Chica It de la high society, su nombre se vincula con las familias de alta alcurnia argentina. Estudió marketing, vivió en París y en Madrid pero volvió para desarrollar su pasión: el diseño de zapatos. Primero fue contratada por la marca De La Ostia y ahora es la encargada de hacer una línea especial de bolsos y zapatos para la firma Prüne. ¿Su look? Un mix grunge, moderno y aristócrata y sus prendas imprescindibles: camisa blanca con chabot, saco esmoquin, calzas con prints metalizadas, tacos altísimos y, cada tanto, usa de accesorio un bastón.

Le sigue Calu Rivero (25), modelo y actriz y, en la actualidad, estaría en una impasse con el músico Emmanuel Horvilleur. Debutó en la televisión en la exitosa novela El elegido y protagoniza junto a Sebastián Estevanez y Carina Zampini la nueva de Telefe, Dulce amor. Fue elegida por varias revistas como la mejor vestida de 2011 y también por la marca Complot para realizar colecciones exclusivas y limitadas. Además, es la cara de la peluquería Roho. Su estilo está inspirado en las estrellas de rock de los años setenta y se la suele ver en campera de cuero con cierres, jeans pata de elefante, remeras rayadas en blanco y negro, accesorios dorados. Los cambios en su cabello son copiados en serie...

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